El proyecto MFreeB (Membrane-Free Redox Flow Batteries) propone una batería de flujo redox disruptiva, versátil y escalable en la que los pares de vanadio utilizados en la actualidad son sustituidos por moléculas orgánicas de bajo coste, abundantes y respetuosas con el medio ambiente, y en la que la problemática membrana de intercambio iónico que sirve de separador entre electrolitos, es totalmente eliminada gracias al desarrollo de electrolitos redox inmiscibles. Nuevos aspectos termodinámicos, fluidodinámicos y de ingeniería, nunca antes considerados en el almacenamiento de energía, se convertirán en actores clave en el desarrollo de esta tecnología, que constituye un cambio de paradigma en el almacenamiento de energía.
Una de las principales barreras para el despliegue mundial de sistemas de almacenamiento de energía acoplados a plantas de generación de energía renovable y redes de distribución, está relacionada con su elevado coste de inversión. Las baterías de flujo redox RFBs propuestas, sin membranas y que utilizan pares redox orgánicos, pueden llevar a costes de inversión claramente por debajo del umbral del DoE de EE.UU. (150 $/kWh) porque ahorrarán el coste de las membranas, utilizarán compuestos orgánicos de bajo coste y no necesitarán materiales costosos resistentes a la corrosión. Además, estas baterías no requerirán la limpieza y sustitución de la membrana, ni el reajuste de electrolitos después de un uso prolongado, lo que hace que la operación y el mantenimiento sean significativamente más sencillos y apropiados para aplicaciones domésticas. Basándose en estas características, las baterías sin membrana propuestas en este proyecto del Consejo Europeo de Investigación (ERC) podrían impulsar el mercado de las baterías de flujo redox para aplicaciones estacionarias de almacenamiento de energía.