MOFs, un innovador ‘escudo’ para combatir el COVID
La pandemia mundial de COVID-19, causada por el síndrome respiratorio agudo grave coronavirus 2 (SARS-CoV-2), ha tenido un enorme efecto social y económico en todo el mundo, convirtiendo en imperativo el diseño de nuevas terapias para combatir su propagación.
En este contexto, diversas nanotecnologías de vanguardia se han convertido en herramientas prometedoras para tratar enfermedades infecciosas como la COVID. Hasta el momento, la comunidad científica ha avanzado hacia profilaxis antivirales, centrándose en nanovacunas de última generación como las de ARN mensajero, cuya confiabilidad ha sido demostrada a través de más de 13 millones de dosis administradas desde el año 2019.
Se ha observado que las mayores actividades anti-COVID-19 se han logrado a través de distintos complejos y/o nanopartículas a base de metales. Entre las nanomedicinas emergentes más estudiadas, las redes metal-orgánicas (MOFs, de sus siglas en inglés Metal-Organic Frameworks) han atraído gran atención en diversas áreas (catálisis, separación, gases, etc.), incluida la biomedicina como sistemas eficaces para la administración de fármacos. Esta nueva clase de biomateriales a escala nanométrica, ofrece varias ventajas tales como su versatilidad química y estructural, la liberación controlada de principios activos (ej. fármacos, ácidos nucleicos, enzimas) en condiciones fisiológicas así como la ausencia de toxicidad comprobada in vitro y/o in vivo (ej. células, roedores, peces). Sin embargo, pese a todas estas características favorables observadas y a los resultados terapéuticos logrados previamente con otras patologías (ej. cáncer, diabetes, o incluso la cicatrización de heridas), los MOF no han sido investigados en profundidad con fines antivirales, y menos aún, para combatir el COVID-19.
En este contexto, investigadores de la Unidad de Materiales Porosos Avanzado han presentado en el marco del proyecto VirMOF, un enfoque pionero basado en anti-COVID MOFs, evaluando su potencial como agentes con actividad antiviral intrínseca e inocua. Se ha conseguido demostrar el perfil biocompatible de varios nanoMOFs metálicos con una efectividad de hasta el 90% de muerte viral en un escenario celular humano.
Se trata de la primera investigación que evidencia el papel innato de los nanoMOFs contra un escenario real de infección y que consigue allanar el camino hacia futuras investigaciones preclínicas y clínicas para el tratamiento de la COVID u otras enfermedades infecciosas desafiantes relacionadas con patologías pulmonares.